Simón Bolívar, Hugo Chavez, El Hiperliderazgo.
Simón Bolívar, Hugo Chavez, El Hiperliderazgo. (publicado originalmente en Revolucionaldía el 14/07/2011)
Revisando la historia de nuestra independencia en letras de Indalecio Liévano Aguirre, obvio hablar de Bolívar, sin lugar a dudas “El Hombre de las Dificultades”, hice un conjunto de reflexiones, sustentado en comparaciones históricas relacionadas con el comportamiento de los sectores políticos involucrados, entiéndase Imperio Español, Iglesia, Oligarquía Criolla, Caudillismos locales, Campesinos y esclavos “negros” (o afrodescendientes). Se pueden agregar otros grupos sociales, sin embargo, para la idea que pretendo desarrollar, demarco a los sectores mencionados.
Situando al Libertador (le quedó perfecto el calificativo) como centro del huracán de pretensiones, se puede observar que la lucha se planteó en varias direcciones. El principal flanco puso como objetivo derrotar a la monarquía Española, pero la oligarquía criolla se dividió en sus intereses propios de clase dominante (una causa de pérdida de la 1era.República). Por otro lado, los caudillos emergentes, absolutamente carentes de la visión futurista de estado, florecieron con ambiciones anárquicas que lejos de facilitar los objetivos de la guerra, hicieron pasar a Bolívar por obstáculos (por ejemplo, el repliegue de Páez en 1819) que atrasaron el triunfo definitivo. Imagínense camaradas, si esos dos años se hubiesen aprovechado para disfrutar a Simón como estadista, en la consolidación de la Gran Colombia.
Otro flanco de rol protagónico durante esos tormentosos años de nuestra historia, fue el papel de los que pusieron su carne, piel y vida; el Glorioso Pueblo Llano, quienes se sintieron más libres que nunca en 300 años, pero padeciendo de una debilidad esencial que lo movió muchas veces en contra de sus propios intereses e hizo de ellos, hacerse sus propios victimarios. Dicha debilidad no fue otra que la ignorancia y el tiempo hizo honor a esta premisa. De ahí, que personajes que sin ninguna duda fueron valientes, resultaran tan patéticos como Páez, Mariño, Piar, Zaraza y Bermúdez. La pregunta que me surge ante esto es ¿Hizo falta el Hiperliderazgo? Por la calle del medio, la historia, los hechos y nuestras luchas políticas de hoy, responden contundentemente, si.
Ayer, en el programa matutino de VTV, el Comandante Chávez intervino mediante una llamada telefónica, situación que aprovechó Ernesto Villegas para lanzar una audaz pregunta referida al Hiperliderazgo, respondida muy sabiamente por nuestro Presidente e indiscutible Líder, a lo cual deseo agregar, que el meollo del asunto radica en ubicarse en tiempo y espacio. La tan protegida Gloria que enalteció a Bolívar, ya la tiene Chávez en tiempos presentes. De ahí deducimos que no es lo que busca. Su inmensa responsabilidad personal, lo hace conocedor del reto, más aun, de su indispensable rol en el ahora para hacer irreversible la ola revolucionaria.
Es entonces cuando se hace urgente la tarea que tenemos los colaboradores en la construcción del Socialismo nuestro, entendiendo que no se trata de perfilar desde ya, quién sería el sucesor o quién tomará el testigo. El pueblo mismo será el que dará esa respuesta, mas nadie. Pero léase bien, “en su momento”. Por ahora, nuestras mentes deben centrarse principalmente en aprovechar el impulso abrumador de ese volcán de ideas, de espíritu, de amor, de pueblo…. Hugo.
Revisando la historia de nuestra independencia en letras de Indalecio Liévano Aguirre, obvio hablar de Bolívar, sin lugar a dudas “El Hombre de las Dificultades”, hice un conjunto de reflexiones, sustentado en comparaciones históricas relacionadas con el comportamiento de los sectores políticos involucrados, entiéndase Imperio Español, Iglesia, Oligarquía Criolla, Caudillismos locales, Campesinos y esclavos “negros” (o afrodescendientes). Se pueden agregar otros grupos sociales, sin embargo, para la idea que pretendo desarrollar, demarco a los sectores mencionados.
Situando al Libertador (le quedó perfecto el calificativo) como centro del huracán de pretensiones, se puede observar que la lucha se planteó en varias direcciones. El principal flanco puso como objetivo derrotar a la monarquía Española, pero la oligarquía criolla se dividió en sus intereses propios de clase dominante (una causa de pérdida de la 1era.República). Por otro lado, los caudillos emergentes, absolutamente carentes de la visión futurista de estado, florecieron con ambiciones anárquicas que lejos de facilitar los objetivos de la guerra, hicieron pasar a Bolívar por obstáculos (por ejemplo, el repliegue de Páez en 1819) que atrasaron el triunfo definitivo. Imagínense camaradas, si esos dos años se hubiesen aprovechado para disfrutar a Simón como estadista, en la consolidación de la Gran Colombia.
Otro flanco de rol protagónico durante esos tormentosos años de nuestra historia, fue el papel de los que pusieron su carne, piel y vida; el Glorioso Pueblo Llano, quienes se sintieron más libres que nunca en 300 años, pero padeciendo de una debilidad esencial que lo movió muchas veces en contra de sus propios intereses e hizo de ellos, hacerse sus propios victimarios. Dicha debilidad no fue otra que la ignorancia y el tiempo hizo honor a esta premisa. De ahí, que personajes que sin ninguna duda fueron valientes, resultaran tan patéticos como Páez, Mariño, Piar, Zaraza y Bermúdez. La pregunta que me surge ante esto es ¿Hizo falta el Hiperliderazgo? Por la calle del medio, la historia, los hechos y nuestras luchas políticas de hoy, responden contundentemente, si.
Ayer, en el programa matutino de VTV, el Comandante Chávez intervino mediante una llamada telefónica, situación que aprovechó Ernesto Villegas para lanzar una audaz pregunta referida al Hiperliderazgo, respondida muy sabiamente por nuestro Presidente e indiscutible Líder, a lo cual deseo agregar, que el meollo del asunto radica en ubicarse en tiempo y espacio. La tan protegida Gloria que enalteció a Bolívar, ya la tiene Chávez en tiempos presentes. De ahí deducimos que no es lo que busca. Su inmensa responsabilidad personal, lo hace conocedor del reto, más aun, de su indispensable rol en el ahora para hacer irreversible la ola revolucionaria.
Es entonces cuando se hace urgente la tarea que tenemos los colaboradores en la construcción del Socialismo nuestro, entendiendo que no se trata de perfilar desde ya, quién sería el sucesor o quién tomará el testigo. El pueblo mismo será el que dará esa respuesta, mas nadie. Pero léase bien, “en su momento”. Por ahora, nuestras mentes deben centrarse principalmente en aprovechar el impulso abrumador de ese volcán de ideas, de espíritu, de amor, de pueblo…. Hugo.
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