Atención, ¿Qué pasa en el IFE?

El contenido ideológico integral del comandante Hugo Chávez, sin duda mucho más allá del fenómeno político que es, sembró aportes que estamos aún lejos de comprender en su profundidad, en lo inmediato.

Su desaparición física por tanto, redimensiona su alcance a unos niveles que ni siquiera podemos ponderar los que marchamos en los caminos de la construcción de una patria socialista, nuestra, propia, endógena.

Es por ello que la estrategia develada del imperio, se centrará tal y como lo demostró Capriles Radonski en su infortunado pero calculado discurso, hacia la desmitificación de Chávez, con un audaz y miserable intento de atacar a su familia, el CNE, Las Fuerzas Armadas Bolivarianas y el Tribunal Supremo de Justicia; pues al gobierno, era obvio.

Bien sabemos que el golpe lento sigue en marcha, como lo explica constantemente Carlos Lanz, aunque ello por sus características son cosas de otro tema, pero desde ya, empezaron a mover sus peones, específicamente los que trabajan en la administración pública.

Tal es el caso de lo sucedido hoy en la sede del Instituto de Ferrocarriles del estado, Campamento San Diego, estado Carabobo donde quitaron, escondieron o hurtaron la fotografía del Comandante Hugo Chávez (a menos de una semana), que institucionalmente le corresponde lucir en la recepción de dichas oficinas, acto sin duda delincuencial, demostrando un certero y bien pensado ataque a la semiótica de la revolución.

No se trata de adoración a ídolos. No debemos confundirnos. El proceso de cambios sociales en Venezuela tiene connotaciones asociadas a nuestra cultura, música, costumbres, tradiciones, creencias religiosas y por qué no, desde ahora la imagen de Chávez.

Quien me pasó la denuncia, es la trabajadora Kleybel Martínez, Asesora legal de dicha institución, altamente preocupada por la enorme cantidad de fascistas que laboran en dichas instalaciones, con inquietudes certeramente válidas ¿En tan poco tiempo, como se llenó el IFE de oposicionistas? ¿Quién los metió? ¿No se trata de una empresa clave para el futuro de nuestro país?

En ningún momento se pretende cercenar el derecho a trabajar, independientemente de la corriente política que sean, pero, ¿se les debe permitir sabotear desde adentro, nuestros logros? ¿Seguiremos poniendo la otra mejilla?  ¿No se aprendió con PDVSA?