¿Cómo lo estás haciendo, Nicolás?
No se trata solo de la imposible
tarea de calzar la silla presidencial después del Comandante Infinito o
sustituir su liderazgo, lo cual es en sí mismo, bastante difícil.
Se trata es, de dar
gobernabilidad a un país políticamente muy complejo, dada la altísima
diversidad ideológica que la caracteriza, tanto en la derecha como en la
izquierda.
La primera tarea ha consistido en
ponerle personalidad propia al mandato heredado del Comandante. Esto desde mi óptica,
ha sido logrado a pesar de los bemoles surgidos desde la campaña electoral, con
más aciertos que fallas. El pueblo ha venido adaptándose a ver un Nicolás
Chavizta y no, a un segundo Chávez.
Con respecto al plano político partidista,
es adecuada la decisión de abrir los espacios para los partidos de la alianza
revolucionaria, cuestión que permite romper algunas barreras que tradicionalmente
obstaculizan la fluidez del debate, en los impertinentes “anillos” que se
fraguan alrededor de los primeros mandatarios.
Su gestión interna, tiene como
punta de lanza el “Gobierno de Calle” que ha logrado un poderoso impacto en la
población. Es evidente como ha dejado descolocada a la oposición.
Ello, sumado a importantes
cambios ministeriales como lo es el caso de la cartera de Transporte Terrestre,
o la designación de Eduardo Samán a la cabeza del Indepabis, con acciones a la
vista (solo citando dos casos), está blindando su gestión en contra de la
ineficiencia y corrupción.
La experiencia internacional de Nicolás
se ha puesto de manifiesto. Los audaces movimientos tácticos, especialmente después
de los resultados obtenidos en esta última y muy oportuna gira por Europa, con múltiples
objetivos, más que de acuerdos comerciales, de reconocimiento político.
La apertura al dialogo con
sectores que hace poco parecían irreconciliables, manteniendo la firmeza en los
principios, ha estabilizado el clima político más rápido de lo que se esperaba,
obligando a buena parte de la derecha, moverse hacia el plano electoral. Claro
estamos, esos sujetos, insistirán en la agenda golpista (pendiente de los
aviones denunciados por José Vicente Rangel).
Cualquiera podría estar esperando
más y es válido. Sin embargo, no es ninguna peladita de mandarina lo que
logrado.
Quien te viera autobusero, a la
chita callando.
Seguiremos Venciendo en nombre de
nuestro Comandante Infinito.
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