Revolucionario de 8 a 4
Aunque debería, no es una sorpresa encontrarse con algunos personajes que laboran en las instituciones públicas del estado, peculiarmente críticos, agudos revisionistas, repetidores de titulares mediáticos, característicamente poco participativos, regularmente demandantes de reivindicaciones laborales y además, muy acostumbrados a acompañar el “…buenos días…” mañanero, con uno de esos chistecitos made in Rendón. Muy bien vestidos y/o uniformados, tienen a flor de boca diariamente una perspectiva particular de los defectos de la revolución, esta, que permite la libertad de expresión a viva voz como nunca en nuestra historia. Además, poseen un concepto gerencial otorgado generalmente por “derechos divinos”, incluso, capaz de sugerir como debería hacer sus funciones el ministro tal o el jefe pascual. Por supuesto, están muy bien informados de primera fuente, “…porque lo dijo globovisión o el nazi-onal…” (solo por citar dos de sus fuentes primarias), y también son expertos c