INTERNAS DEL PSUV
El proceso de selección de
precandidaturas para la AN de PSUV, es un antagonismo versus la forma en que
selecciona la derecha sus candidatos. Por un lado, la Revolución incluye
paritariamente a mujeres y hombres, en par de grupos que permite a los más y
menos jóvenes participar libremente. Mientras tanto, la contrarevolución,
resuelve el asunto a realazo limpio y lo de limpio, es tan solo un decir.
Algún
día los seguidores de la oposición abrirán los ojos.
Se constituye pues, en el próximo
espacio vital que se debe conquistar para continuar construyendo el legado de Chávez,
entiéndase el Socialismo. En ese
sentido, debemos reflexionar profundamente haciendo memoria histórica, no dejándonos
llevar por las desagradables “Líneas”, lo cual desdice de permitir al pueblo,
elegir a conciencia.
El
tema de la Líneas, es todo un tema.
Esas “Líneas” recuerdan amargas
experiencias. Una de las más resonantes últimamente, invocan el caso de Rafael
Isea, Caballo de Troya de la CIA, el cual usaba el nombre del Comandante Chávez
para justificar su planificada ineptitud y de paso, muchos de sus más
fervientes seguidores, andan por ahí, incluso, defendiéndole. Es por casos como
estos, en el intento de no repetir tan amargas experiencias, que debemos elegir
al líder que conocemos del pueblo, de las bases, por encima de las “Líneas” que
quizá garanticen a alguien y ese alguien, no sea el pueblo ni la Revolución.
Los
electores, deben apoyar a quien se lo merezca.
No pretendo cuestionar que
gobernadores o alcaldes tengan sus “predilectos”, pues veo natural tenerle más
confianza a fulano que a mengano. Solo apunto a señalar, que esas “Líneas” facilitan
cargos públicos, en ocasiones más por afinidad que por méritos y ello tiende a
desmotivar a las masas. Tampoco hay que ser iluso. Si no se tiene el equipo y
la aceptación en las bases, es una inocentada competir.
Si
no se puede con esta batallita, menos con una guerra electoral.
El solo hecho de haber sido
preelecto sin ser la “Línea” es de por sí, un triunfo. Cabe entonces felicitar
a todos los que lo lograron, no sin antes reiterarles que el compromiso es con
la Revolución, con el Pueblo y con el Legado de nuestro Comandante Infinito,
Hugo Chávez.
Ganar
o ganar, no queda otra alternativa.
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