NICOLÁS EN ARAGUA
La visita reciente del Camarada
Presidente Nicolás Maduro al estado Aragua, en el marco de la inauguración de
la nueva ruta superficial de transporte público TransAragua, se convirtió en un
hecho apoteósico. Primero por el alto impacto de la ruta y en segundo lugar,
porque se están viendo obras de trascendencia en la región, gracias a la labor
del gobernador Tareck el Aissami, contrastando por supuesto con la gestión de
su predecesor, ahora protegido del Imperio,
Rafael Isea.
Obras
hacen corazones.
Es necesario destacar, que el pueblo
Revolucionario Aragueño ha sido consistente electoralmente, lo cual lo hace
merecedor de gestiones eficientes, cónsonas con la altura política que ha
asumido. Sin embargo, hubo de llamarme poderosamente la atención, la abrumadora
cantidad de papelitos petitorios que recibió Nicolás, dado que me hizo recordar
aquellos llamados de Nuestro Comandante Infinito, porque tantas solicitudes de
gestión, podrían ser indicadores de falta de esta.
Cuando
el rio suena es porque piedras trae.
Probablemente me salten encima los
ultra-incriticables. Estos, son el grupete de personas que se tornan alrededor
de los gobernantes, haciéndole creer que todo marcha a las mil maravillas, sin
ser ello una realidad, y que, terminan dañando la Revolución por omisión y
falsedad. No digo sea este el caso de Tareck, pero bien cabe tomar el consejo,
reiteradamente acontecido, que cuando presentas un proyecto, resulta que quien
te atiende “ya lo había pensado” o “lo tenía en sus planes”, generando la
inquietud, si lo sabes ¿por qué carajo no lo has hecho?
Están
para oír al pueblo, no para lo contrario.
Si mal no recuerdo, fue Fidel, quien
le dijo al Comandante Chávez que no se podía ser presidente y a la vez alcalde
o gobernador. Esto está directamente relacionado con el apoyo que ha pedido
Nicolás a sus ministros y el pueblo organizado.
Cada
cual debe poner su grano de arena.
Bien cabe pues, que gobernadores,
diputados, alcaldes, concejales, los partidos de la Revolución, empleados
públicos, clase obrera y trabajadora, se pongan a tono con las exigencias de
nuestra realidad, porque a veces, es posible que la necesidad, mueva tanto como
la pasión.
Chávez
somos todos, ejerzámoslo.
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