MI CARTA A JESÚS
El nacimiento del Niño Dios suele traer consigo, además de tradiciones, religiosidad y buenos deseos, un estado de reflexión en las personas creyentes de estas celebraciones, dejando también de mi parte, un espacio para extender igualmente mis respetos y saludos a otras creencias, si las tienen. Feliz Navidad a los que la celebran y a los que no, también. En el contexto de las reflexiones decembrinas, dirijo unas líneas a dos sujetos claves en el quehacer político de nuestra Patria Nación, como lo es el Pueblo en la Calle y a la vez al Pueblo Gobierno, dando estas categorías, absolutamente convencido que es el mismo pueblo, solo que con roles coyunturales de diferente nivel. La misma gente en diferentes roles. Comienzo evocando al pueblo de calle, ese mismo histórico que con cualquier argumento imaginable mandó hace dos mil y tantos años a crucificar al niño del que venerará su nacimiento en las próximas horas y que muchos llevan colgado al cuello, sin pasearse