MAL DE MUCHOS CONSUELO DE TONTOS
Intentando leer correctamente la
asistencia a las convocatorias del día de ayer 23 de enero, efectuadas por el
Gobierno Revolucionario y los factores de la derecha, pudimos observar algunos
elementos destacables que queremos compartirles.
Mientras las filas oficialistas afilaron
el llamado de Nicolás Maduro y se convocaron en un acto pleno de reivindicación,
emotividad e historia, la derecha invitó por causas dispersas, sin cohesión,
liderazgo ni discurso, cuyo símbolo deplorable se manifestó de nuevo en
molestias a parte de sus simpatizantes, incluida una tranca realizada en autopista
Francisco Fajardo.
De igual manera, percibimos
cuantitativamente que el llamado de los oposicionistas no fue atendido tan
numerosamente como algunas de sus últimas marchas, observando en la acera de enfrente,
las filas izquierdistas disciplinadas, con la participación militante propia de
sus movilizaciones.
Sin embargo, me llamó la atención ruidosa
el mal acostumbrado bullying característico del fascismo, imitado absurdamente
por las filas revolucionarias, olvidando que una cosa es invitar a los
opositores a una marcha y otra muy distinta, invitarlos a votar en contra del
gobierno.
Esta reflexión la hago, porque
considero que es preferible una derecha dormida, desbandada y desmotivada por
la mala praxis política de sus líderes, que su re-aglutinamiento producido por
nosotros mismos, a causa de algunas ingenuas o no tanto, provocaciones.
Cierro estas líneas, recomendando a
los camaradas medir cuan partida de ajedrez, tres o más jugadas adelante, luego
de mover nuestras piezas.
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