POBRECITO NICOLÁS
Un señor se queja en una unidad de transporte de Aragua porque le subieron el pasaje a tres mil bolívares y en la calentura, dice – nosotros pasando vainas, mientras el otro baila salsa y toma caldito de pollo por televisión – siendo interrumpido inmediatamente por una señora – no te metas con Nicolás, pobrecito de él, que no lo dejan gobernar. El suceso me dejo lleno de contradicciones, luego de pagar también el pasaje a precio de estafa, pensando en cuantos Nicolás estaban en ese mismo momento recibiendo el doloroso látigo de la indolencia, principalmente de parte de aquellos que fueron responsabilizados para proteger al pueblo. Y mis pensamientos me llevaron a solidarizarme con Nicolás Pérez, que tiene que pagar un pan a treinticinco mil bolívares; así mismo me solidaricé con Nicolás Martínez, quien debe hacer una cola de dos horas para obtener 10 mil bolívares en efectivo; además, me apenó Nicolás Arteaga, con una carga de cuatro chamos (dos hembras y dos varones) el cu