OPOSICIÓN REVOLUCIONARIA
En años pasados, se profesó que
del seno del Chavismo saldría un candidato que derrotaría al oficialismo
Chavista (palabras más o menos) y esa prédica a mi juicio, es el motor
revoloteador de sueños en las ambiciosas mentes de una caravana disidente de
las filas revolucionarias, los cuales ocuparon cargos decisorios claves
ministeriales y en el seno del partido, con gestiones de malas a invisibles,
pero que ahora en el otro lado de la acera, si es verdad que están más
preclaros que nunca (según ellos mismos).
El caso es, que mientras se han
lanzado al salto de la talanquera una considerable cantidad de personajes en
busca de consolidar ese anhelo sin éxito político (aunque quizá sí lucrativo),
el oficialismo ha logrado la hegemonía política con el dominio irrefutable de
los cargos de elección popular, demostrándose que la mayoría electoral,
simpatiza con la propuesta revolucionaria de construcción del socialismo (sin
ahondar en detalles).
Sin embargo, esta hegemonía política, se ve vulnerada no
tan solo por la indiscutible situación de asedio internacional a la nación, sino
por la ineptitud de personajes con responsabilidades de gobierno a todos los
niveles, que parecieran estar jugando al agotamiento del pueblo y con ello, potenciar la teoría del debilitamiento de las
figuras al mando de la conducción de país.
Ahora bien, no se trata de una teoría
fantasiosa, trasnochada ni incoherente;
más bien es la recopilación de un conjunto de hechos que incluyen el
gravísimo magnicidio frustrado y recurrentes movimientos en las filas castrenses,
sector clave dentro de la resistencia oficialista, pero también envuelto en una
campaña de descrédito ante la opinión pública.
Si acudimos a los números
electorales, específicamente en lo relacionado a la participación a favor del
Chavismo desde la última elección de nuestro Comandante Infinito, la línea
viene en descenso, independientemente de los resultados de la oposición, de lo
cual se puede inferir el agotamiento o debilitamiento de la ejecución de
una propuesta, es decir, que el pueblo
está de acuerdo con la propuesta de construcción del socialismo pero no, en la
manera que se está ejecutando.
Con esto se va completando una ecuación, la cual
indica poco probable un liderazgo que surja de la derecha con propuestas que convenza al Chavismo de base,
pero, en el liderazgo afecto y militante de la revolución, hay unos cuantos con
la suficiente perfomance para encarar al gobierno sin ser visto como traidor en
la opinión pública, con discursos atrayentes para los ni-ni y también, dada la
actual coyuntura económica, penetrar los sectores menos extremistas que
simpatizan con la derecha.
Es de Suponer, que la alta dirigencia tiene su
perspectiva del tema y se han cohesionado suficientemente incluso, materializando
la premisa del poder cívico militar, pero, no han evitado que los enormes
esfuerzos del camarada Nicolás Maduro para atenuar la salvaje embestida
imperial, se hallan diluido a causa de los ineptos, por cierto, muy
perfectamente ineptos, cuestión que hace pensar no ser un asunto de mera casualidad.
Recuerden,
que uno de los secretos a voces de nuestro Comandante Infinito, fue su
interpretación asertiva del clamor popular, porque escuchó y consideró un
objetivo estratégico, resolver las penurias de su amada Patria; así se metió en
los tuétanos de sus compatriotas, por ello, el Pueblo no quiere otro Chávez por
ya lo tiene ahí… lo que si quiere, es ser tratado como él lo hizo, ¿Tan difícil
es?
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