FERROCARRILES DE VENEZUELA ¿SECRETO A GRITOS?
Para nadie es un secreto, que el
desarrollismo europeo está estrechamente vinculado a la construcción de
extensas líneas ferroviarias, constituidas por una ramificación que transita todo
el viejo continente y a la vez facilita la interconexión comercial de todo ese
ámbito geográfico.
El ferrocarril puede ser, un paso al futuro
El intercambio de bienes
materiales, la desmonopolización del transporte y el turismo, son apenas la
punta de lanza de un formato que bien vale imitar en lo concerniente al
desarrollo endógeno, si no continental, al menos en lo que respecta a Venezuela,
dadas sus vulnerabilidades en la distribución de cualquier insumo.
Imitemos lo bueno
En esa perspectiva nació el
Instituto de Ferrocarriles del Estado, por sus siglas IFE, reiterado en múltiples
ocasiones por nuestro Comandante Infinito Hugo Chávez, quien visualizó una
poderosa red comunicante nacional, proyectada para el año 2009, luego prometida
para el año 2011, más tarde al 2013 y aun estamos en espera de tan magna obra.
¿Utopías realizables?
Tal vez, la justificación de los
retrasos en la construcción de infraestructura se soporta en la recesión
económica mundial del año 2008, donde los consorcios contratantes se quejaron
por falta de pagos, pero el funcionamiento interno hoy día de esta institución
del estado, más bien parece un autentico “elefante blanco”.
¿Elefante blanco o elefante Rojo?
Y no es para menos, pues la
nómina de dicha institución pareciera haber sido elaborada en la MUD, así mismo
como me leen, pues sus actuaciones además de inconstitucionales, son constantemente
un reto contra las órdenes presidenciales, ejemplo reciente más palpable, el decreto
de aumento salarial antiinflacionario dictado por el Presidente Nicolás Maduro
del 50%, desacatado por esta institución.
Al estilo Gomecista, aquí se acata pero no se cumple
Pero no es lo único, no, ya se
conoce dentro de ésta, atropellos en contra de las mujeres y sus permisos de
lactancia, interpretaciones “inexplicables” en el cálculo de las vacaciones, retiro
de beneficios por cargos de manera arbitraria, clasificación de los
trabajadores en nómina sin criterios ajustados a la ley, horarios que violan
los derechos de los trabajadores, y para colmo, un plan de jubilación que después
de hacerse efectivo, ahora manda a llamar a trabajar de nuevo a los jubilados,
todo esto, so pena de un sindicato “Chavista” que recibió una paliza hace un
año pero que no entregó el coroto.
¿Por qué insisten en buscar descontento de los trabajadores?
Esta situación descrita, se hace
más contradictoria cuando hablamos de un gobierno obrerista representado en el
Presidente de la República, al cual le están jugando “camunina” con el IFE, que
ha llegado al colmo siendo una institución dependiente del Ministerio de Transporte,
de no tener autobuses que trasladen al personal que reside en el estado Aragua
y laboran en Miranda, tampoco internamente en la sede principal de Charallave,
peor aún, dependen de contratistas en San Diego Carabobo para que les hagan
dicho servicio, es decir, en casa de herrero, cuchillo de palo.
¿Qué se pretende con estas actuaciones?
Sabemos que Ricardo Molina recién
asumió el cargo, aun así le hacemos un exhorto a tomar las riendas de este foco
en el seno de la institución lo antes posible, ya que la lista de violaciones de
los derechos de los trabajadores es mayor y más delicada, cuando incluimos los
graves casos personales que nos han hecho llegar.
No se trata del refrán cuando el rio suena, porque esto, hiede.
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